viernes, 6 de septiembre de 2013

Mantener y reusar vs rehusar

Después de un tiempo, ya empezamos a familiarizarnos, aunque aun poco, con el tema de las inspecciones técnicas de edificios (las revisiones periódicas para su mantenimiento).

En algunas ciudades españolas las inspecciones ya están totalmente normalizadas y van permitiendo un mayor control y mantenimiento de los edificios. En Madrid, por ejemplo, está en marcha el programa de inspecciones periódicas desde el año 2000 con un balance positivo en cuanto a la conservación y mantenimiento del parque inmobiliario.

Rehabilitación energética y de accesibilidad, que además de mejorar el aislamiento de fachadas y cubiertas, añade ascensor y espacios nuevos a las viviendas. Proyecto para el barrio Trinitat Nova en Barcelona de ADIGSA (Agència de l'Habitatge de Catalunya) / JMESARQUITECTURA

Termografía de las fachadas del edificio del Barrio Trinitat Nova en Barcelona, antes y después de la rehabilitación energética. En colores cálidos los puentes térmicos o aislamientos malos / ADIGSA


En otros países europeos este tema está totalmente consolidado. En Roma, por ejemplo, tras el derrumbe de un edificio en el que murieron 27 personas, se pusieron las pilas. (No es necesario que lleguemos a una situación similar aquí, ¿no?). También inicialmente no faltaron las voces que acusaban a la nueva normativa de recaudatoria: aproximadamente la mitad de los edificios tenían alguna observación (proporción similar a la vista en España en ciudades con algo de experiencia), pero a partir del 2006 la ciudadanía tomó conciencia de la importancia del informe y sus ventajas positivas respecto su vivienda. También en esto ayudó el trabajo de educación y concienciación hacia el ciudadano del Consejo Nacional de Arquitectos. Adjuntamos un fantástico manual que redactó CNA para la gente no profesional y acercarlos al tema de la rehabilitación. Está en italiano pero es muy gráfico. 

Manual Seguridad del edificio del Consejo Nacional de Arquitectos 
Sin embargo, la situación no es tan sencilla, y un gran número de edificios en España están en condiciones precarias.
Unas 6 millones de viviendas tienen más de 50 años (Fuente: Instituto Nacional de Estadística). Con este gran volumen de viviendas y las reticencias de bastantes ayuntamientos a tener ordenanza que regule las inspecciones periódicas de los edificios, la administración central decidió dar una prórroga al tema de las inspecciones. ¿Los motivos de estos ayuntamientos? las consecuencias económicas y por tanto electorales que suponen la ordenanza. Así, en el 2018, los edificios colectivos de viviendas de más de 50 años deberán contar con un informe de su estado. Pero cinco años siguen siendo pocos.

Se Vende - Reformado: Sin comentarios / MIXURO
Haciendo unas cuentas rápidas, el coste total del resultado de las inspecciones podría rondar los 10.000 millones de euros (solo un poco menos que el total recortado en los presupuestos generales del estado en 2013), así que habrá que tomarse en serio su planificación, para que sea una ayuda y no una carga. Como hemos dicho al principio, ya hay algunos municipios aplicando este programa de inspecciones, pero aun hay muchos municipios menos sensibles con su parque inmobiliario para los cuales no va a ser una cuestión de tiempo, sino de más bien de "voluntad".

¿Tanta ley para obligarnos a mantener el edificio y como se reproducen casos como este continuamente? / MIXURO
Aunque es cierto que al final es el ciudadano el que tiene la obligación de mantener su edificio, la poca claridad en las normativas actuales y la falta de información dificultan la aplicación de los programas. De todas formas, las administraciones públicas, así en general, no escapan de la responsabilidad, al ser quién debe velar por la conservación de los inmuebles e inspección técnica periódica, obligando a los propietarios al cumplimiento de sus deberes. (Ley 8/2004, de 20 de octubre, de la Generalitat, de la Vivienda de la Comunidad Valenciana. Artículo 35 Actuación de la administración)

Así que entre las dudas con las responsabilidades, la situación económica delicada, y la falta de voluntad en muchos casos, es de temer que el deterioro del parque inmobiliario reproduzca situaciones como las del centro de Lleida, por ejemplo, con una cuarenta de solares sin uso.

Centro histórico de Lleida, con la trama urbana original y la actual / MIXURO / CECILIA LOPEZ - LAVANGUARDIA
Como conclusión, si algo debemos aprender de estrategias ya puestas en marcha por nuestros vecinos, es que és a través de la educación y concienciación de los ciudadanos que las normativas para la rehabilitación se pueden volver útiles y viables. Por tanto, y aunque lo ideal es empezar con educar a los más pequeños, podemos empezar con una buena campaña para concienciar a los propietarios actuales, para que entre todos se exija una planificación de estos programas más clara.

Manual Seguridad del edificio del Consejo Nacional de Arquitectos 




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